
Como ya todos sabemos el miércoles pasado falleció a la edad de 84 el destacado periodista Julio Martínez, tras pasar más de 60 años ligado al periodismo deportivo.
Julio Martínez nunca pasó por la Universidad, lo cual sería un pecado para muchos, pero en lo que a mi respecta viene a reforzar la tesis de que el periodismo (más bien el sentido periodístico) es algo que no se enseña en las escuelas y facultades, es un don, algo innato. ¿Es menos periodista aquel que trabaja sin un título o aquel que teniendo uno no tiene ese don?.
Se le agradece a Don Julio su clase, talento y el nunca agachar la cabeza, nunca se contuvo a la hora de criticar o alabar cuando era justo, nunca se limitó ante las pautas o las ordenes del director. El fue su propio director. El establecía sus propias pautas. En resumen se fue el más grande de los periodistas que ha pasado por este país.
Lo del Nacional me parece irrisorio. Creo que los políticos tienen una característica muy particular, siempre se ponen de acuerdo en temas que no son políticos, pero que ennoblecen su imagen ante la comunidad. El Estadio Nacional podría llamarse Julio Martínez, Arturo Alessandri, etc. Son tantos los personajes que han pasado por las gradas del recinto de Ñuñoa que es injusto ligarlo a un solo nombre.
De lo que deberían preocuparse los políticos, sobretodo los de la Concertación es de la salida de Belisario Velasco del Ministerio del Interior sin que aún se nombre su sucesor en esa cartera. Esta maniobra deja al descubierto el nulo manejo de Bachelet ante

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