Hemos visto en la televisión, los diarios y escuchado en las radioemisoras como ha surgido una nueva carta al interior del gremialismo (UDI) para competir en unas eventuales primarias contra Sebastián Piñera, y de esta forma ser designada como candidata presidencial de la Alianza por Chile.
Se le atribuyen numerosos elogios a la carrera política de Matthei, su inteligencia, decisión y coraje. Pero dentro de todo las principales características positivas que le endosan a la aspirante a la Moneda, hay una particular que me llama poderosamente la atención, el hecho "democrático" de que su padre haya reconocido el triunfo del No en el plebiscito de 1988, cerrando de esta forma las puertas a una eventual manipulación de las elecciones. Reconozcamos el bien en el gesto de Matthei, pero no olvidemos que el General de la Fach participó durante años en la Junta Militar y fue parte de la toma de decisiones en diversos ámbitos, y que afectaron a la ciudadanía.
Más que virtudes, Matthei tiene demasiados defectos. No es cercana a la gente, posee rasgos autoritarios, estuvo involucrada en el famoso "Piñeragate", hecho en el cual tuvo nexos con militares que espiaron al empresario, ni si quiera tiene simpatía y mucho menos carisma, al lado suyo Pablo Longueira es Alvaro Salas. Entonces surge la inquietud de saber por que la UDI se empecina en nombrar una candidatura que va en perjuicio de los propios intereses de la Alianza por Chile, ya que todas las encuestas señalan que Piñera vencería sin problemas a cualquier candidato de la Concertación. Las respuestas son variadas.
En primer lugar es sabida el absoluto repudio que causa en las filas de la UDI la imagen de Piñera. Los gremialistas se distancian del empresario quien no participó en la dictadura de Augusto Pinochet, y además apoyó la opción No en los plebiscitos de 1980 y 1988. Además Piñera siempre ha luchado por el liderazgo de la Alianza bajo su tutela, cuestión que indigna a la UDI que se proclama como el partido más grande de la derecha.
En segundo lugar, la Concertación ha desarrollado a través de sus cuatro gobiernos una política económica que ha profundizado las brechas sociales marcadas durante las dictaduras. Así en Chile bajo las administraciones de Aylwin, Frei, Lagos y Bachelet los ricos se han vuelto mucho más ricos y los pobres más pobres. Los gobiernos de la Concertación son responsables de la desaparición de la clase media chilena, que tantos elementos positivos han aportado a este país a lo largo del siglo XX. Es por eso que a la derecha económica en verdad no le interesa tener a un presidente que comulgue con sus planteamientos políticos, si no más bien buscan a un hombre (o mujer) que mantenga los postulados económicos que rigen este país desde Pinochet hasta nuestros días. Es por eso que la opción Piñera da lo mismo al interior de la derecha económica, por lo cual no ven con malos ojos una candidatura de Matthei.
En tercer lugar, y suponiendo que Evelyn Matthei se consolidara en las encuestas, habría que recordar la disputa que tuvo el historiador Alfredo Jocelyn Holt con la actual presidenta Michelle Bachelet, ocasión en la cual el historiador le enrostro a la entonces candidata que ella representaba a la opción electoral oculta de las Fuerzas Armadas. Matthei es hija de un Comandante en Jefe de la Fuerza Aérea y no es algo oculto la relación estrechísima que ha tenido con el mundo militar. Matthei sería una excelente carta para los militares ante una eventual crisis en la Concertación.
De todas formas debemos seguir con atención los próximo pasos de esta entretenida lucha por el sillón de la Moneda, que ha sumado a una opción más dentro de este abanico de aspirantes a ocupar la primera magistratura del país.
Se le atribuyen numerosos elogios a la carrera política de Matthei, su inteligencia, decisión y coraje. Pero dentro de todo las principales características positivas que le endosan a la aspirante a la Moneda, hay una particular que me llama poderosamente la atención, el hecho "democrático" de que su padre haya reconocido el triunfo del No en el plebiscito de 1988, cerrando de esta forma las puertas a una eventual manipulación de las elecciones. Reconozcamos el bien en el gesto de Matthei, pero no olvidemos que el General de la Fach participó durante años en la Junta Militar y fue parte de la toma de decisiones en diversos ámbitos, y que afectaron a la ciudadanía.
Más que virtudes, Matthei tiene demasiados defectos. No es cercana a la gente, posee rasgos autoritarios, estuvo involucrada en el famoso "Piñeragate", hecho en el cual tuvo nexos con militares que espiaron al empresario, ni si quiera tiene simpatía y mucho menos carisma, al lado suyo Pablo Longueira es Alvaro Salas. Entonces surge la inquietud de saber por que la UDI se empecina en nombrar una candidatura que va en perjuicio de los propios intereses de la Alianza por Chile, ya que todas las encuestas señalan que Piñera vencería sin problemas a cualquier candidato de la Concertación. Las respuestas son variadas.
En primer lugar es sabida el absoluto repudio que causa en las filas de la UDI la imagen de Piñera. Los gremialistas se distancian del empresario quien no participó en la dictadura de Augusto Pinochet, y además apoyó la opción No en los plebiscitos de 1980 y 1988. Además Piñera siempre ha luchado por el liderazgo de la Alianza bajo su tutela, cuestión que indigna a la UDI que se proclama como el partido más grande de la derecha.
En segundo lugar, la Concertación ha desarrollado a través de sus cuatro gobiernos una política económica que ha profundizado las brechas sociales marcadas durante las dictaduras. Así en Chile bajo las administraciones de Aylwin, Frei, Lagos y Bachelet los ricos se han vuelto mucho más ricos y los pobres más pobres. Los gobiernos de la Concertación son responsables de la desaparición de la clase media chilena, que tantos elementos positivos han aportado a este país a lo largo del siglo XX. Es por eso que a la derecha económica en verdad no le interesa tener a un presidente que comulgue con sus planteamientos políticos, si no más bien buscan a un hombre (o mujer) que mantenga los postulados económicos que rigen este país desde Pinochet hasta nuestros días. Es por eso que la opción Piñera da lo mismo al interior de la derecha económica, por lo cual no ven con malos ojos una candidatura de Matthei.
En tercer lugar, y suponiendo que Evelyn Matthei se consolidara en las encuestas, habría que recordar la disputa que tuvo el historiador Alfredo Jocelyn Holt con la actual presidenta Michelle Bachelet, ocasión en la cual el historiador le enrostro a la entonces candidata que ella representaba a la opción electoral oculta de las Fuerzas Armadas. Matthei es hija de un Comandante en Jefe de la Fuerza Aérea y no es algo oculto la relación estrechísima que ha tenido con el mundo militar. Matthei sería una excelente carta para los militares ante una eventual crisis en la Concertación.
De todas formas debemos seguir con atención los próximo pasos de esta entretenida lucha por el sillón de la Moneda, que ha sumado a una opción más dentro de este abanico de aspirantes a ocupar la primera magistratura del país.
Entradas
No hay comentarios:
Publicar un comentario