Ya no cuida su "patio trasero"

La relación entre Estados Unidos y Latinoamérica siempre ha sido muy cercana. Desde 1823 con la Doctrina Monroe y el famoso "América para los americanos", pasando por la "Alianza para el Progreso" de John F Kennedy y las intervenciones en la guerra fría (las más notorias bajo el gobierno de Nixon). Sin duda que gran parte del interés de los norteaméricanos estaba centrado en el quehacer de América Latina.

Pero eso ha cambiado, hoy una encuesta interactiva realizada por la empresa Zogby señala que solo un 7% de los estadounidenses considera a Latinoamérica como la región más importante para EE.UU, a pesar de que los hispanos son la minoría mayoritaria en ese país.

Para los estadounidenses, la región de más importancia es Oriente Próximo (43%), seguido del Sudeste Asiático con 20% y en tercer lugar Europa/Rusia con 12%.

Esto se debe en gran medida a la percepción negativa que tienen los habitantes de ese país de la migración latina a territorio norteamericano. Y esto ha alcanzado incluso las campañas electorales. Más del 76% de los que participaron en el sondeo online dijeron que la posición de un candidato acerca de la inmigración es un factor “muy importante” o “algo importante” en su decisión acerca de por quién votarán en las presidenciales de noviembre. Cuando se les preguntó acerca de que escogieran entre algunas políticas posibles que EE UU debería adoptar como parte su política exterior con América Latina, el mayor porcentaje de los consultados, un 36%, escogió “creación de empleo para detener la migración”, como la política más importante.

En definitiva, lo que sugiere este sondeo es que los estadounidenses ven a América Latina a través de la inmigración y de manera muy negativa.

Entonces hay que poner mucho ojo a los debates presidenciales y estar alertas a las ofertas que entregarán los candidatos a sus electores respecto del tema de la inmigración. Recordemos que ante el escaso apoyo popular, la administración Bush endureció las políticas migratorias, llegando incluso a la construcción del famoso muro en la frontera con México. Si la postura de los candidatos es a endurecer sus políticas en la frontera, sin duda que se producirán roces con los gobiernos latinoamericanos, relaciones que podrían dañarse y que costarían muchos años repararlas.