El emperador Berlusconi

Silvio Berlusconi es dueño de casi todo. Maneja a Mediaset, empresa donde agrupa a todos los medios de comunicación que posee en Francia, España e Italia, además le pertenece el último campeón de fútbol de Europa, el AC Milán. Solo le falta ser dueño de Italia, y hoy está a un paso.

Su coalición, Pueblo de la Libertad, se impone, tanto en la Cámara como en el Senado, al Partido Democrático de Walter Veltroni, gracias sobre todo al avance de la extremista Liga Norte, que duplica el resultado de 2006 y supera los tres millones de votos. De esta forma el magnate italiano volverá por tercera vez a asumir el cargo de primer ministro, el cual tuvo que dejar en 1995, y al cual volvió el periodo 2001-2005.

Italia, la vieja y querida Italia desde sus orígenes nos ha enseñado su ligazón a figuras fuertes y polémicas. Mazzini, Garibaldi, Camilo Benso, Agostino Depretis, Benito Mussolini, Giulio Andreotti ( y sin contar a los emperadores de la época romana y a los mecenas y príncipes del renacimiento).

Berlusconi ha puesto fin a una tradición que se había perpetuado en la política italiana tras la caída de Mussolini, la pluralidad política, en la cual los comunistas eran un factor decisivo. En estas elecciones de 2008 la derecha italiana literalmente barrió a sus contendores, tanto en el Senado como en la Cámara.

Berlusconi asumirá con polémica. De entrada ya anunció que cerrará las fronteras a la inmigración ilegal, y que incluso está dispuesto a devolver a su país de origen a todos los ilegales que se encuentren en Italia, medida que causará polémica en tierras peninsulares.

Una vez más los italianos verán como, a la vieja usanza de los emperadores romanos, Silvio Berlusconi se sienta en su trono para regir las riendas de Italia, pero esta vez llega con una novedad, nunca había asumido con tanto poder, nunca había sido tan arrollador su triunfo. Berlusconi hoy se convierte en nuevo emperador de Roma.